El 26 de agosto de 1945 es inaugurada la reurbanización de El Silencio, una de las obras habitacionales más importantes de Caracas durante el gobierno de Isaías Medina Angarita (1941-1945).
Obra diseñada por Carlos Raúl Villanueva junto con el escultor Francisco Narváez y la cual consta de siete bloques y dos plazas, la plaza O’Lerary en el centro de la zona, y la plaza Miranda ubicada al este de la urbanización.
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Construcción de la plaza Urdaneta, hoy O’Leary.
Cabe destacar que esta reurbanización tuvo algunas modificaciones al plan Rotival de 1939, durante el gobierno de Eleazar López Contreras (1935-1941), ya en en ella Villanueva le da especial interés a las soluciones habitacionales a través del Banco Obrero, ya que obras monumentales inplicaban altos costos.
Edgar Cruz, en su libro 25 monumentos de Caracas, explica que este espacio fue concebido para áreas de parques infantiles, centros de deportes, plaza principal, sitio de reuniones y zonas comerciales en las plantas bajas de algunos bloques. El proyecto tenía una capacidad de 845 viviendas, distribuidas en apartamentos de cuatro, tres y dos dormitorios; 400 locales comerciales, calles y espacios libres.
El Silencio, llamada así por una epidemia que causó la muerte de todos quienes allí habitaban, según leyendas urbanas, se presume fue fundada en 1567 y se le denominaba El Tartagal. Con el paso de los años allí se asentaron barrios pobres con cantinas y prostíbulos.
En 1999 El Silencio fue declarado bien de interés cultural.