Hotel Humboldt
El Hotel Humboldt, ubicado en la cima del cerro El Ávila en Caracas, Venezuela es un ícono en la arquitectura venezolana y un símbolo de la ciudad capital, gracias a su exótica ubicación y a su moderna arquitectura.
El hotel formó parte del plan para unir a Caracas con el Litoral a través de un complejo turístico y recreativo que involucraba al teleférico como medio de transporte.
El complejo fue iniciado en el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez y estuvo a cargo de los ingenieros Gustavo Larrazábal, Oscar Urreiztieta y la compañía venezolana ENECA. El diseño original del hotel y de la estación Ávila son del arquitecto Tomás José Sanabria, quien formó parte de la segunda generación de arquitectos venezolanos formados en el exterior e impulsores del estilo internacional. El paisajismo era responsabilidad de Roberto Burle Marx pero debido al corto tiempo nunca se llevó a cabo. El arquitecto Alejandro Pietri diseñó las estaciones de Maripérez y El Cojo (Macuto). El hotel y el tramo de Macuto fueron construidos por la compañía venezolana ENECA.
Fue estrenado por el Poder Ejecutivo el 11 de diciembre de 1956 e inaugurado el 29 de diciembre del mismo año. Marcos Pérez Jiménez lo calificó como hostería de la cota 2000.
Según algunos historiadores y arquitectos, el edificio tenía como propósito principal servir como punto estratégico militar, dado el caso de que las vías de acceso de la ciudad llegaran a colapsar, les permitiría movilizar a más de 800 soldados por hora a través del teleférico. Aún así, el hotel no brindó servicios militares, más bien, se realizaron importantes eventos cívicos de entretenimiento. Fue entregado en concesión a la cadena hotelera Sheraton a mediados de los 60, pero el servicio del hotel fracasó y tuvo que ser cerrado. Posteriormente un accidente en el sistema teleférico provocaría el abandono del complejo.
El hotel fue rescatado a mediados de los 80 e inaugurado junto al sistema teleférico de Caracas el día 6 de Febrero de 1986. El diseño original de las áreas sociales fue alterado en su mayoría. Posteriormente, el hotel fue utilizado como escuela de turismo, lo que causó el deterioro de las instalaciones y su consecuente abandono.
Ahora bien, el 23 de marzo de 1998 el Fondo de Inversiones de Venezuela, conjuntamente con Corpoturismo, privatizó el Hotel Humboldt y el Sistema Teleférico Caracas-Litoral. El Estado Venezolano traspasó al Consorcio Inversora Turística Caracas, ITC, la explotación del Sistema Teleférico y el Hotel Humboldt, a través de un contrato de concesión pública por treinta años (la cual fue revocada en el año 2007). El contrato transfería el derecho a explotar el Sistema Teleférico y el Hotel Humboldt, con todas las instalaciones conexas, incluyendo el desarrollo de servicios de turismo y esparcimiento relacionados con tal complejo. La empresa que resultó favorecida inició el proceso de reestructuración y rescate de las instalaciones bajo el concepto de conservar lo máximo posible los elementos ya existentes, cuyo valor histórico y arquitectónico es innegable.
En julio del 2001, cuando fue inaugurado el Complejo Turístico Ávila Mágica, la compañía ITC anunció su reapertura. Sin embargo, el complejo no abrió sus puertas al público inmediatamente, sino meses después. El Proyecto Ávila Mágica se presentó como una nueva alternativa que incluiría restaurantes, pista de patinaje sobre hielo, casino, centros de recreación infantil, así como la recuperación del Hotel Humboldt en su totalidad y la extensión del servicio teleférico al estado Vargas.
A partir de agosto 2007, el Teleférico y el Hotel Humboldt, junto con las instalaciones del complejo turístico, fueron nacionalizados por el gobierno venezolano.
Diseño
El Hotel debe su nombre al geógrafo y naturalista alemán Alejandro Humboldt (1769-1859) quien recorrió las montañas de El Ávila y dejó escrito el testimonio de sus observaciones. Su arquitectura está compuesta por una torre circular de sesenta metros de altura que permite una vista de 360º. Posee catorce pisos donde se distribuyen setenta habitaciones (actualmente fuera de servicio) que ofrecen una espectacular vista de la ciudad de Caracas. El edificio está dotado de comedor, mirador y estructuras adosadas con áreas sociales: salones, estar, restaurant, dependencias administrativas, servicios y piscina cubierta. La fachada de cristal tiene como propósito ayudar al calentamiento del ambiente interior.
Otro atractivo lo constituye una plaza cerca del Hotel Humboldt, que sirve de altar para la bandera más alta del mundo en una montaña. El mástil de aluminio mide 30 metros de alto, y fue transportada por partes a bordo de helicóptero.
http://www.iconosdevenezuela.com/?p=1337
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